Un secreto a voces se esconde tras la frase “una imagen vale más que mil palabras”. Nuestras mentes están “cableadas” para rápidamente entender y recordar información visual. Una imagen bien diseñada, y apropiada al contexto en el que se use, produce una experiencia de aprendizaje mucho más poderosa y memorable que un mensaje transmitido únicamente en forma verbal o con una descripción escrita.
Recordando esto haremos más entretenido y efectivo nuestro trabajo y nuestras relaciones con los demás. Podemos generar conversaciones que realmente sean colaborativas y en las que todos participan activamente, ya sea definiendo cursos de acción, entregando retroalimentación e incluso tratando temas sensibles tanto en nuestro lugar de trabajo como con nuestras familias.
Por suerte existen herramientas diseñadas justamente para ello y una de ellas, Opencards, es latinoamericana, creada por la empresa Colombiana OpenMind Consulting. La aplicación de las tarjetas queda únicamente limitada a la creatividad y capacidad de cada persona que las use. Desde reuniones de ventas y facilitación de talleres, a conversaciones profundas con coachees y familiares, todos esos espacios se ven enriquecidos al incorporar imágenes al diálogo.
Usando esta metodología en varias empresas en Chile ha arrojado como resultado que seguimos la misma tendencia mundial de no reconocer el trabajo y esfuerzo de quienes colaboran con nosotros. Esto es algo que por más de 15 años lo vienen señalando las investigaciones de la empresa Gallup.
¿Qué estamos esperando entonces como líderes para apoyarnos en herramientas como éstas y entregar ese reconocimiento, que además de hacernos sentir bien, mejora la productividad de nuestros equipos?