Zelf Experience

Somos muchos los que hemos dejado tareas a medias, ya sea; porque en la mitad nos encontramos con obstáculos que no dependen de nosotros, por aburrimiento, porque no es nuestro fuerte, por falta de energía etc.

Para ponerlo en simple, durante el transcurso de un día, nos encontramos con diferentes actividades o situaciones que requieren nuestro hacer, unas que nacen en el momento y otras que tenemos pendientes; desde colgar un cuadro, ajustar un tornillo, salir a correr, enviar un correo, devolver un llamado, estudiar para un examen, ordenar el armario, pegar un botón o incluso pagar las cuentas.

Pensemos en los proyectos e ideas que comenzamos y quedaron en el camino, los libros que te has propuesto leer que llevaste en tus vacaciones; cuántas cosas dejaste sin acción. Y eso implica que terminamos culpando al tiempo, a los hijos, a la pareja, al jefe etc., de nuestras faltas de motivación y fuerza de voluntad.

La resistencia siempre se nos atraviesa y pone a prueba mil veces nuestra “Voluntad”.  Un ejemplo, yo misma debí haber escrito este artículo hace unas semanas, lo dejé a medias y tengo mil excusas para justificarme, sin embargo, también me pasó, “No terminé lo que comencé”.

¿Por qué aplazamos y tenemos la tendencia a perder el entusiasmo?

Nuestras resistencias suelen ser metal o física; al tener resistencia física, dolor o molestia muscular si bien eso indica reposo para poder recuperarse, para que se dañe específicamente esa zona del cuerpo también implica de cómo afectan nuestros pensamientos y acciones para que se recienta esa zona y no otra (Todo es mente).

Otra resistencia es el Miedo, ya sea a no cumplir nuestras propias expectativas o las de otros:

Es ideal que en nuestro camino existan las metas, es lo que nos guía y nos motiva día a día.  El punto es cuando son metas poco aterrizadas o bien el temor a fracasar y es una de las principales resistencias para comenzar o continuar.  Otro aspecto que también nos limita a no terminar nuestras tareas es el temor a ser evaluados, a ser observados, juzgados y criticados.

Lo anterior, según mi punto de vista, se resume en la falta de confianza en nosotros mismos y querer que todo sea perfecto, lo que nos genera el agobio y nos interpone una muralla en frente impidiendo que nos atrevamos o avancemos.

Debes saber que la motivación no lo es todo, ya que está muy ligada a nuestras emociones y estados de ánimo. Pero si no la tenemos, vamos a requerir de un sobre-esfuerzo para no fracasar en el intento en aquello que nos hemos propuesto concluir.

Para concluir, planifica el tiempo que te vas a dedicar y con inérvalos de descanso por ejemplo 10 minutos de trabajo y 2 de descanso, por 5 veces nos da una hora de productividad. (Libro el Poder del Ahora).  Pon el cronómetro de tu celular y así el tiempo efectivo de trabajo te estarás enfocando al 100%. Sé honesto con los tiempos de descanso.

 

 “Decídete y hazlo; termina lo que comienzas, mejora tu productividad contigo mismo y con tu entorno, sin agobio, sin estrés, para que desaparezca la resistencia. 

 Cuando tienes Voluntad, todo lo puedes.”