J.K. Rowling a los 30 años era soltera con un niño para cuidar y sin dinero ni trabajo. En uno de sus discursos, cuando explicaba cómo logró terminar el primer libro de Harry Potter cuando su vida tocó fondo, dijo: “A menudo he conocido gente que esta aterrorizada – en una camisa de fuerza que ellos mismos hicieron – porque prefieren hacer cualquier cosa antes que fallar. No quieren intentarlo por miedo a fallar. […] Tocar fondo no tuvo nada de entretenido – no lo estoy transformando en algo romántico – pero me liberó. ¿Que tenía para perder?”
Más allá de los millones que logró ganar J.K Rowling con su exitosa saga, lo que realmente importa es tener conciencia que nunca está realmente todo perdido. Cada persona tiene su propio camino y necesita ciertas experiencias para aprender y crecer. Algunos aprenden literal o metafóricamente a palos. Más allá de saber si necesitas o no llegar a un extremo, mi propuesta es: ¿Qué vas a hacer después de esas experiencias?
Puede que estuvieras de novio con alguien que después te preguntaste cómo se te pasó por la cabeza, hiciste un negocio terrible que perdiste gran parte de tus ahorros, aceptaste un trabajo por todas las razones equivocadas o te enamoraste de la novia(o) de tu mejor amiga(o). ¿Puede ser? Insisto en que lo que importa es lo que haces después de eso.
Si bien es importante intentar no equivocarse ya que buscamos ser exitosos, aún más importante es ser capaz de vivir las experiencias que nos van forjando como personas a través de la vida. El aprender de nuestros propios errores para ser una persona más completa e ir obteniendo experiencias a lo largo de la vida que te permitan, por último, tomar mejores decisiones en adelante.
Está la opción de esconder la cabeza y creer que los problemas van a pasar o creer que “esto me pasa a sólo a mí”. Por el otro lado, está la opción de darse cuenta que quizás el haber tenido una pareja horrible te ayudó a entender que es lo que realmente buscas en tu media naranja. El pasar 2 años en un trabajo terrible, te puede ayudar a entender cuáles son tus valores y motivaciones o por donde va tu carrera. El que tu primer, segundo y quizás tercer negocio fallarán en forma rotunda, quizás que dieron todas las herramientas para que el cuarto fuera más exitoso que cualquiera de los anteriores.
En fin, la vida es un camino pedregoso. Está en cada uno el decidir escondernos después de la primera caída o usarlo para ser cada vez más fuertes. El tomar las riendas de tu vida está en ti. Aprender del pasado para mirar el futuro pero siempre viviendo en el presente y actuando hoy.